A LA MUERTE INESPERADA
YA NO ESCUCHES SU LLAMADA
Y SIGUE ANDANDO, ANDARIEGA
I
Se perdieron mis instintos
Y en el negro laberinto
No pude hallar la salida.
De la muerte en su guarida
Se esconde y me deja ciega
Por más que mi alma le ruega
No sale de su escondite
Y mi lamento repite:
La vida conmigo juega.
La pared de su caverna
Se llena de mis señales
Voy dibujando a raudales
Signos de esperanza eterna.
La vida conmigo hiberna
Mientras dura esa jornada
Y yo voy desesperada
Buscando la luz que alumbra
E ilumina la penumbra
A la muerte inesperada
Se burla de la inocente
Con ironía inclemente
Impone sus estatutos.
Vida por muerte permuto
Y me clava su estocada
Me invita la desalmada
A un territorio invisible
Aunque parezca imposible:
Ya no escuches su llamada.
La muerte se desespera
Cuando no acato el llamado
Me espera del otro lado
Con su guadaña certera.
Muérete muerte embustera
Con tus aguas, vida, riega
La flor que la muerte niega
Y tuerce el brazo al destino
Recupera tus caminos
Y sigue andando, Andariega.
Del laberinto infinito
Al que entré cuando un maldito
Puso en mis ojos su venda.
La muerte pidió una ofrenda
La vida yo le entregué
Y aunque perdí, yo gané
Ahora el juego es distinto
Pues fuera del laberinto
Andariega se me ve.
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