martes, 1 de julio de 2008
Un bolero muy mortal
Un bolero muy mortal
cantaré bien esta noche
nada tiene de derroche
más bien tiene de fatal
abatida sin igual
me da semana por medio
paré no tener remedio
soy sincera yo al mostrarme
aunque quiera yo tomarme
un buen vaso de venenio. (sic)
Hoy me observa de soslayo
aquel pálido fantasma
es como un ataque de asma
y un recodo yo no hallo
pa esconderme pues yo fallo
y a propósito equivoco
y sin ton me descoloco
pierdo yo mi lucidez
y me aturdo toda vez
que yo su recuerdo toco.
Toco efímera una imagen
toco el piano del revés
es muy grande insensatez
y yo pido que me atajen
aunque sin cuidado rajen
los papeles que yo escribo
el amor que yo recibo
me protege por un rato
es muy grande desacato
ser un muerto y estar vivo.
Estar vivo y estar muerto
es metáfora común
será cierto si según
miro con un ojo tuerto
me refresco yo en el huerto
tengo miedo de dormir
pues no puedo allí fingir
q’ este duelo ha terminado
cuando me tiene abrazado
a su cuerpo sin vestir.
Sin vestir y sin mortaja
en el limbo imaginario
se aparece casi a diario
cuando juego mi baraja
sube alto, luego baja
m’ilusión, mi fantasía
siento con alevosía
remanentes de otro viaje
si me pides me relaje
todo queda pa otro día.
‘Todo pasa y todo queda’
como dice la canción
fácil es decir adiós
y decir toque de queda
y aunque quiera que no pueda
de su toque despegarme
toque largo de desarme
el adiós es un misterio
pues me voy aunque te quiero
o te quedas sin amarme.
Y en la tarde me pregunto
mientras mustia miro el cielo
qué tan grande es el anhelo
y el enredo d’este asunto
voy tejiendo punto a punto
un camino aterrizado
aunque se me sienta al lado
el fantasma que me turba
al doblar la última curda
d’este tango desglosado.
Y no tengo alternativa
de cantarme este bolero
contra dios y contra el clero
con la frente bien altiva
mal de amor es cosa viva
no hallo cómo hacerle el quite
y q’el diablo a mí me evite
yo no soy un buen bocado
tengo el cuerpo muy helado
pa que un zombie me visite.
¿Y si Frankestein viniera
y quisiera seducirme
qué tendría que decirme
pa que yo se lo creyera?
Y si mi confianza viera
lo que ni yo misma entiendo
cuando en la penumbra enciendo
fiera de mis artilugios
he perdido los refugios
lejos de tremendo incendio.
Yo le gruño p’ahuyentarlo
me adelgazo pa no verme
fantaseo de atreverme
a escaparme e ignorarlo
y su esfuerzo así mermarlo
más inútil es mi empeño
soy la cripta en que su ceño
he atrapado con recelo
yo alimento mi desvelo
y recreo yo mi sueño.
Es un duelo, es algo muerto
que no dejo yo morir
un fantasma hago existir
yo me aferro sin acierto
quiero mantener abierto
mi deseo de volver
pa volver así a tener
todo aquello ya perdido
aunque sea desvalido
un espectro para ver.
Para ver un cementerio
para ver un desparramo
de dolores que derramo
y que no tienen remedio.
Ay! si me matara el tedio
d’estar presa de memoria
de derrotas y de gloria
aliviarme pa seguir
el camino de vivir
inventándome otra historia.
Morgana
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