jueves, 14 de febrero de 2008

BUSCO UNA LUNA PERDIDA

LA HE BUSCADO ENTRE LAS SOMBRAS,
ENTRE RAICES Y RAMAS,
LAS SÁBANAS DE MI CAMA
SUPIERON CÓMO SE NOMBRA,
CUANDO PERPLEJA SE ASOMBRA
MI CONDUCTA DE NO HALLARLA
Y EL VIENTO CELESTE PARLA
SU IDIOMA DE TORBELLINO,
EN LOS VIEJOS REMOLINOS
QUE GIRAN SIN ENCONTRARLA.

NO LA ENCUENTRO Y LA TORMENTA
FEROZ DESATA SU FURIA,
REBELIÓN DE ESTA PENURIA
QUE EN SUS DOLORES VIOLENTA,
LAS ARTES DEL QUE SE AUSENTA
LLEVÁNDOSELA CONSIGO,
GUARDADA BAJO EL ABRIGO,
PERDIDA ENTRE SUS ROPAJES,
LA LUNA QUE EN EL PAISAJE
TAN TENAZMENTE PERSIGO.

PERSIGO A LA LUNA Y
DE SU DISTANCIA RENIEGO,
GRITO CON LENGUA DE FUEGO
LA LLAMA QUE PRENDE EN MÍ,
EL HUIDIZO COLIBRÍ
QUE ENTRE SUS PLUMAS SE LLEVA
LA SANADORA Y LONGEVA
ESFERA DE LUZ, MI LUNA…
MALDITA SEA LA FORTUNA
QUE DICTA TAN DURA PRUEBA.

DURA PRUEBA HE DE SALVAR
PARA ENCONTRAR LO PERDIDO,
SE HAN DE AGUZAR LOS SENTIDOS
EN EL INTENSO BUSCAR
HUELLAS DE LUNA AL ANDAR
POR LOS CAMINOS UMBRÍOS,
VOY SORTEANDO LOS DESVÍOS
QUE ME CONFUNDEN Y ACASO
HALLE LA LUNA EN PEDAZOS,
DESNUDA Y MUERTA DE FRÍO.

(BC)

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